DECISIÓN FUNDAMENTAL

 Es el 5 de junio de 1975. Una chica camina por la calle 13 del Low East Side de Nueva York. Si los hombres voltean la cabeza a su paso no es solo porque su rozagante vestido de gasa blanca le va dando de puñadas al viento ni por su melena de pelo largo y negro como un incendio sin llamas, es que es joven, es hermosa, es extranjera y lleva en las manos un estuche de violín. Es por todo esto y porque pocas cosas cautivan tanto como ver caminar a una esfinge. Dice Vargas Llosa, o uno de sus personajes de La fiesta del Chivo,que nada logra excitar a los hombres como el romper el virgo a una mujer joven. Mentira. Nada más excitante que el misterio de la belleza inabordable. Por eso a esta muchacha se le detiene un auto a su paso, baja la ventanilla y una mujer le pregunta que si en verdad es músico y sabe tocar el violín. A ambas preguntas responde que sí. Junto a la mujer, un hombre se oculta en la penumbra. Es este hombre misterioso el que le pide que suba y que les acompañe. Ella quiere saber quiénes son y el tipo responde que músicos gitanos que andan de gira. Mentira. El tipo es Bob Dylan y al verla ha tenido una intuición. Pero ella aún no lo sabe. Lo único que sabe es que ha de decidir: subir venciendo dudas y miedos o continuar su viaje a vete tú a saber dónde. Como los caballeros antiguos en un cruce de caminos. Tomar una decisión  o dejar que decida el caballo. Acaso la decisión más importante de su vida, aunque esta muchacha aún no lo sabe.
Cuántas veces he pensado yo en esto. En esa decisión fundamental. En qué instante se paró el coche a mi vera, si es que alguna vez se detuvo. Supongo que les ocurre a las personas igual que les ocurre a los países. Te subes al coche equivocado y trastocas tu destino. O te encartonas en el miedo y envejeces en la acera sin degustarle los secretos a la vida. Cuestión de suerte. Y de valentía. A España le ha ocurrido. Hoy, sin ir más lejos, es el aniversario de un hecho fundamental. Un 11 de octubre de 1700, Carlos II el Hechizado, el último de la casa de los Austria, está en un cruce de caminos. No tiene descendencia y ha de decidir en manos de quién deja el reino de España. Una posibilidad, su hermanastro, don Juan José de Austria. La otra, su sobrino nieto, el francés Felipe V, el primer Borbón. Ya sabe usted lo que eligió. Que cada cual juzgue lo que quiera.
Yo prefiero volver a ese día de junio del setenta y cinco. Nuestra muchacha, que se llama Scarlett Rivera, se lo piensa, pero dice que sí. Dylan la somete a una prueba y la supera. Es ese violín que usted escucha en Huracán del disco Desiré. Scarlett estuvo de gira todo un año con Dylan y a su lado ganó dinero y fama como para grabar luego sus propios discos, aunque lejos del genio de Minnesota -al que por cierto le han vuelto a escamotear el Nobel de Literatura- su estrella se apagaría. Acaso regresó alguna vez a la calle 13 con su vestido blanco, su estuche de caoba y su melena negra a tentar a la suerte, pero hay personas, y países, a los que la suerte no consiente bromas ni segundas oportunidades. 
Publicada en el diario HOY el sábado 11 de octubre del 2014 

One thought on “DECISIÓN FUNDAMENTAL

  1. Todos tenemos siempre una segunda oportunidad. De nosotros depende, saberla aprovechar.
    Siempre existen dos caminos, de aquel que tomemos, dependerá nuestro destino.
    la decisión fundamental, será aquella que tomemos desde lo que nos dicte nuestra conciencia y desde todo aquello que salga con sinceridad de nuestro corazón.

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